El 2020 comienza progresivamente a ser historia. En el futuro, será recordado como el año en donde la pandemia colocó a la humanidad en su peor momento. La esperanza, es que 2021, apenas nacido, sea el final de esa pesadilla.
La novela de las vacunas, reside, más allá de las vacunas, en fallas en la comunicación oficial, intereses y egoísmos políticos, prejuicios ideológicos, intereses económicos, a lo que suman operaciones mediáticas y la irresponsabilidad, u otra cosa, de comunicadoras y comunicadores.
Los fallecimientos por la pandemia de la Covid-19 son informados cada día, en cada municipio, en cada provincia, en el país y el mundo. Con el tiempo transcurrido desde el inicio de la pandemia, pareciera que una parte de la sociedad ha naturalizado esa pérdida de vidas. Lamentablemente.
Diego Armando Maradona, después de su muerte, como en su vida, generó lo que siempre generó: movilizar a multitudes. Los caranchos no tardaron en aparecer.
Diego Armando Maradona, no sólo fue el jugador calificado como el mejor de todos los tiempos. Fue alguien que no dudó en decir lo que pensaba, aún conociendo que eso le saldría caro, "eso" que para algunos sectores era políticamente y socialmente "incorrecto". Tal vez por el fútbol, por su magia con la pelota y por su irreverencia, por todo eso que representaba Maradona, se convirtió en una leyenda en vida.
En estos tiempos de pandemia, es bueno diferenciar entre la libertad individual y la libertad colectiva. ¿Puedo aspirar a mi libertad individual, si coloco en riesgo al otro o a la otra? ¿Con qué vara se mide hasta dónde llega la libertad individual, en el contexto de la libertad colectiva?
El 12 de octubre se recuerda cuando Colón, dicen, descubrió América, pero en realidad, literalmente, se la chocó, en el sentido más amplio y cruel de esa acción, porque estaba buscando una ruta más corta a las Indias. Por otra parte, ¿cómo se puede descubrir un lugar, habitado por millones de personas, que ya había sido descubierto por las mismas?
Qué es la primavera? ¿Es una estación natural, solamente? ¿No es, también, una gran metáfora? ¿No es, acaso, una estación del alma? Comenzó la primavera en el hemisferio sur y son interrogantes para plantearse. La primavera ha sido tomada para representar a procesos sociales pero también para graficar, en muchos casos, procesos internos del ser humano como sujeto colectivo. Y hoy, más que nunca.
Otra fecha patria, en donde recuerda al libertador José de San Martín, en el medio de un momento complejo que atraviesa el país y el mundo por la pandemia del nuevo coronavirus. La "libertad" colectiva por la que luchó el prócer y los nombres de la actualidad, que no son simples números de estadísticas.
Hay puños apretados, celebrando ciertas cuestiones, en medio de la tragedia por el número de muertes y de contagios en el país por el Covid-19, pero también existen otros puños apretados, los de quienes se enfrentan al virus, intentando salvar vidas, aún arriesgando la propia.
Hace algunas semanas, se publicaba esta columna, sobre la nueva fase en que ingresaba el interior de Córdoba, como otras regiones del país, denominada "distanciamiento social". Son normas, pero también costumbres, para no retornar sobre los mismos pasos. El crecimiento de los contagios en el mes de julio, hizo que el distanciamiento, aunque moleste, se haga más necesario que nunca.
La pandemia del nuevo coronavirus, primero, en el país, generó en determinado momento aplausos para el personal esencial, especialmente el de salud, y hasta empatía por quienes contraían el virus. Con el paso de los meses, eso fue trocando a la estigmatización, producto del temor.